8.10.10














INVICTUS

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

William Ernest Henley








INVICTUS

Desde la noche que sobre mi se cierne,
Negra como el insondable abismo,
Agradezco a los dioses si existen
Por mi alma inconquistable.


Caído en las garras de la circunstancia
Ni me he estremecido ni llorado en voz alta
Bajo el vapuleo del azar
Mi cabeza sangra, pero erguida.


Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
Surge el horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.


No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley

27.9.10


Tengo fe en las reglas claras, las cuentas claras, las miradas transparentes.
Tengo fe en los afectos, en los que amo y los que me aman.
Tengo fe en las segundas y en las terceras oportunidades.
Tengo fe que la nada absoluta e irresoluble de la muerte se puede combatir en la memoria de los otros. ¿Qué somos sino el eco del contacto con el otro, qué somos sino la brisa, el tacto, el suspiro, el calor de la mirada de los demás que nos da forma?
Tengo fe en el coraje de los valientes ignotos que bregan por sus seres queridos cada día.
Tengo fe en los signos que iluminan el pensamiento, en la búsqueda de respuestas, en el camino que se enriquece con el saber.
Tengo fe en la verdad, en las certezas que nos sostienen.
Tengo fe en tu fe, en tu canción, en tu manera de comprometerte.
Tengo fe en las personas que transitan su camino para florecer en el recorrido, para florecer en algo nuevo y superior sin importar realmente cuál sea su destino.
Tengo fe en los milagros cotidianos, en los abrazos imprevistos, en los gestos de respeto de los que no nos conocen y en los de aliento de los que han sido testigos de nuestra lucha diaria.
Tengo fe en las palabras y en los silencios, esas palabras y esos silencios que fluyen como el agua mansa, que nos protegen de dolores inservibles, que nos evitan el derrumbe del espíritu.
Tengo fe en que la riqueza que nos dan los amigos es indestructible.
Tengo fe en tantas cosas que, con Dios o por Dios o sin él, no puedo no considerarme creyente.
Tengo fe en tu esperanza y en tus sueños, aquellos que nunca le has contado a nadie y los que has compartido conmigo.
Tengo fe en el honor que me da tu amistad y tu cariño, tengo fe en tu mano aferrándome en la caída.
No importa que tempestades se desaten en mi futuro, por qué vaivenes me llevarán las circunstancias yo puedo enfrentarlas,
voy abrigada con mi fe.

5.5.10




















Debería llorar pero ya estás lejos
solo la pesadumbre opaca envuelve mis gestos.
Es un cansancio viejo, tardío, marchito,
sediento de mariposas como de recuerdos nuevos.
Me ocupo en volver la vista por mi hombro
y ya no encuentro más
que los restos de mi propia batalla
de juegos que únicamente pude jugar a solas.
Por eso hoy paso frente al espejo de este eco
que me llega como un mano amiga
y aunque debería llorar
permanezco en estado de mármol
escupiendo memorias saturadas
de rechazos en jaurías,
etiquetando postales anaranjadas y amarillas
que se funden en un mapa a mis espaldas.
Debería llorar pero de lo que queda de mí
algo sigue vivo
sin resignarme al hastío demoledor
a los tules que envuelven con olor a podrido.
Desgastada el alma se yergue
en discontinuos espasmos
anticipando una esperanza, un abrigo, un mensaje futuro.
Por eso ya no pregunto inútilmente
no me lanzo a la búsqueda
de tus respuestas como círculos,
espero junto a la letanía de aquellos soles que envenenan
un atisbo, un milagro detenido,
una palabra, una certeza,un desvío,
el signo del recorrido que me lleva a diferenciar caminos
que me cuenta con reparadora sutileza
que este es el último poema que te escribo.

15.3.10

Notas sueltas Dos

... Y un día te das cuenta de que no hiciste ninguna de las cosas que soñabas, que no te convertiste en quien se suponía que fueras como si el fracaso te abrazara y aún así no sabe a fracaso ni a desdicha sino simplemente a la vida desarrollada de manera mansa, intrascendente, un poco cobarde quizás, pero pacífica, tranquila, conciente de lo perdido y sin embargo preparándose para todo lo que aún queda por ganar.

13.2.10











Pensamientos emergidos de mi cabeza. Notas sueltas. Pongo la fecha porque no puedo asegurar si perdurarán en mí de la misma manera que al momento de tocar la superficie. Todo cambia, la vida es movimiento; pero eso vos ya lo sabés.

Notas sueltas Uno.

El amor es un ser biótico, no quiero caer en la cursi imagen de la plantita, pero si eso te ayuda a entenderme, está bien.
El amor es un ser biótico, un algo que tiene latido. Nuestro latido palpita dentro del otroy por eso lo tenemos y nos tiene tan presente, en vilo. Por eso nos genera un sentimioento de pertenencia.
El amor es un ser que se alimenta del amor del otro, de la necesidad del otro por uno.
Supongo que asumimos los sacrificios en pos de alimentar ese pulso. Sin embargo estos deben ser recompensados. Siempre obtenemos del amado algo. Algo que nos da deliberadamente y por producto del amor que nos profesa o algo que tomamos sin que sepa que lo hacemos.

13-05-09

¨Y cuando mires al abismo no olvides que el abismo te devuelve la mirada¨ F. Nietzsche

3.2.10












Amarillo


¿Cómo lo encontraría?, si apenas tenía solo la insinuación de una dirección. Saber lo correcto no alcanza; hay que quererlo desde ese profundo rincón que gobierna, es motor, de nuestra voluntad.

El grito primario emergiendo hacia la luz.

Hoy me siento una mariposa frente a la estufa. Me gusta su calor, soy feliz al arder.

Despierto con la sensación palpable de no estar más que viviendo el sueño de alguien que no amanece, que duerme el sueño que yo transito.

Siempre se bifurca el camino cuando las indicaciones no son precisas. Espontaneidad le llaman algunos.

¿Cómo lo encontraría? No lo sé. Tan pocas cosas sé y la mayoría son tristes.

¿Cómo lo encontraría? Quizás esté ahí y no lo vea.

Sigo de largo.


Me apena pensar así, pero es que sé tan pocas cosas.


Tengo el presentimiento de que de todos modos cuando lo encuentre, mi soñador despertará y yo habré desaparecido para siempre…





29/06/09
Este es el comentario que dejé en el blog de Chimenea de pensamiento. Pero es algo que quise compartir acá también, contigo bloggernauta que por error o por azar has caído en este rincón donde nada está a salvo, salvo el crepúsculo.


Como dice el amigo Frenkel, ¨Yo no le temo a la muerte, no se que fue lo que me pasó...¨, o sí, la ví desde muy chiquita. Yo le temo al olvido, que es la muerte definitiva e inexorable, es la descomposición del alma. Con el olvido nuestro tránsito por este caminito al costado del mundo se evapora en la vastedad de la nada. Quizás por eso me dan chucho los pájaros. ¡¿quién se acuerda de un pájaro una vez que hecho a volar?!

6.1.10

Han pasado varias semanas desde el baldazo de agua helada que detuvo mi corazón el diez de noviembre cuando despreocupadamente contesté aquel llamado. Desde entonces he pasado por las diferentes etapas del duelo, quede catatónica incapaz de mover un músculo; lloré, lloré hasta sentir que se me caerían los ojos, hipando. Entré en la desesperación por confirmar personalmente que lo escuchado era cierto y tuve la respuesta categórica del trabajo del sepulturero. Transité así estos días hasta hoy en que siento palpable la ausencia, hoy que tomo certera conciencia del vacío que se ha generado en mi vida y en mi interior.
Por eso necesito compartir contigo que estás del otro lado estas palabras.
Este blog fue abierto en uno de los muchos intentos por sostener el puente que me permitía llegar a una persona que ha sido y será siempre muy preciada para mí. Ella me ayudó a abrirlo, a elegir el nombre, a diseñar el marco…
Lamento decir que mi plan fracasó. Mi amiga tan querida siguió empecinada en desdibujarse extraviándose en un universo fuera de la vida, como un largo y sinuoso ejercicio de despedida.
Hoy este espacio, como tantas otras cosas que nos atravesaron durante quince años de amistad, toma otra dimensión.
Pequeños signos cotidianos que me remiten a momentos de felicidad o de humor se han cubierto por un velo sedoso y frío.
Ya no está transitando sus horas en el mismo punto cardinal en el que yo estoy, ya no puedo verla frente a la pantalla obsesionándose por un texto que tres borradores atrás ya había quedado perfecto. Ya no significarán lo mismo las flores amarillas ni los soles ni la danza. Adiós a los mates en el parque, a los puchos sin olor a pucho yaciendo en el cenicero. Adiós a los rituales de los que recién ahora tomo conciencia que teníamos, igual que cuando realmente te sentás a respirar con la concentración puesta en el aire solo en el aire que entra y sale.
En estos momentos se hacen palpables los pequeños milagros cotidianos que logramos para los que amamos.
Vano intento el de mi amiga de borrar el rastro de su paso por la vida. Su mayor error fue no notar qué cantidad de almas había tocado irremediable en su camino.
No creo que estuviese hoy en un lugar diferente del que estoy si no la hubiera conocido, pero definitivamente mi vida y yo misma seríamos más pobres, más ciegas, más vanas.
Estará Marcela en mi corazón y en mis palabras hasta el día en que me toque partir. Llevaré a Marcela en mí cual amuleto contra la oscuridad de la mente.
Una vez brindó por mí con ese modo tan tan bello de expresarse que tenía, hoy brindo por ella, en su honor, por su calidez, su curiosidad, por su capacidad creadora, por sus múltiples talentos que se negaba a reconocer, por la perseverancia en la búsqueda de la palabra.
Voy a alzar esta copa simbólica deseando de todo corazón que en su último aliento haya encontrado esa paz que tanto se le negaba y deseando que la última imagen que sus ojos captaron haya sido la de su tan amada luna, que ya no será la misma luna para mí jamás… jamás.