28.8.11


Vuelta a ver el paisaje que quedaba atrás todo pareció helado y diferente, tan ajeno como tu mirada de despedida, tan extraviado como el camino que ya transitaba hacia ese futuro que nada tenía que ver con lo que habíamos soñado, con lo que nos habíamos prometido.
No fue un adiós definitivo, no fue dicho lo que estaba ya en el aire, pero recorrí la senda de salida con la certeza pulsando en mí de que ese espejo de tus ojos ya no transmitiría, ni en luces ni en sombras, mi reflejo.