8.10.10









INVICTUS

Desde la noche que sobre mi se cierne,
Negra como el insondable abismo,
Agradezco a los dioses si existen
Por mi alma inconquistable.


Caído en las garras de la circunstancia
Ni me he estremecido ni llorado en voz alta
Bajo el vapuleo del azar
Mi cabeza sangra, pero erguida.


Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
Surge el horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.


No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley

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